lunes, 30 de noviembre de 2009

Ave María purisima, sine labe concepta


Con la llegada del nuevo año litúrgico, una vez celebrado el pasado 22 de noviembre la Festividad de Cristo Rey, la Iglesia entra, una vez más, en el llamado tiempo de Adviento, preparatorio para la nueva venida de Dios a la tierra, haciéndolo coincidir con el aniversario de su primera venida en carne mortal, es decir, con su Natividad.

Dentro de este ciclo destaca, especialmente, entre las fiestas dedicadas a la Virgen, la celebración de su Concepción Inmaculada, Dogma de Fe proclamado por S.S. el Papa Pío IX el 8 de diciembre de 1854.

Nuestros Sagrados Titulares, de acuerdo con dicha festividad, se encuentran desde hoy ataviados haciendo alusión a dicho Dogma.

Ntro. Padre Jesús Triunfante con mantolín de terciopelo azul y galones dorados y Ntra. Sra. la Reina de los Ángeles al modo de la antigua iconografía de María Inmaculada, con vestido rojo y manto azul, coronada de estrellas.

3 comentarios:

JMBOSCO dijo...

EL AÑO LITÚRGICO NO COMIENZA CON LA SOLEMNIDAD DE CRISTO REY, SINO CON EL PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO. O SEA QUE, EL AÑO LITÚRGICO TERMINA CON EL DÍA DE CRISTO REY.

SALUDOS

Figuereo dijo...

Gracias por su apreciación, Bosco, lapsus linguae!

¡ dijo...

os deseos unas felices fiestas a todos.